Guía Yogui para Orar por Alguien

Orar en el Yoga no es pedir algo “afuera”, sino alinear tu mente, tu intención y tu corazón con la Presencia que sostiene todo. Cuando oras por alguien, no intentas controlar su destino: acompañas su camino con tu claridad, tu amor y tu vibración.

 

E l   p o d e r   d e   l a   o r a c i ó n

s w a m i   s i v a n a n d a:

La oración es una fuerza espiritual poderosa. La oración es un tónico espiritual. No hay nada más purificador que la oración. Si rezas regularmente, tu vida cambiará y se moldeará gradualmente. La oración debe volverse habitual. La oración ilumina el corazón y llena la mente de paz, fuerza y pureza. Cuando la mente se vuelve pura y satvica a través del poder de la oración, el intelecto se vuelve agudo. Cuando rezas, te conectas con la inagotable casa de energía cósmica, Hiranyagarbha, y así extraes poder, energía, luz y fuerza de él. La oración hace maravillas. La oración mueve montañas. La oración es un remedio infalible para todas las situaciones.

B h a g a v a d   G i t a:

Según el Bhagavad Gītā (cap. 12), cuando actúas sin ego, con amor y sin pedir nada a cambio, esa acción se vuelve Yoga. Rezar por alguien, entonces, es ofrecer el bienestar de otro al Absoluto, sin apropiarse del resultado.

Y o g a   S u t r a s   d e   P a t a n j a l i:

En Yoga Sūtra I.33, Patañjali dice que la mente se purifica cultivando: maitrī (bondad amorosa), karuṇā (compasión), muditā (alegría) y upekṣā (ecuanimidad). Rezar por alguien es usar estos recursos disponibles y dirigir estas cualidades hacia la persona. Cuando el yogui piensa así en alguien, su mente se vuelve una fuerza sanadora.

 

G u í a   P r á c t i c a

1. Purifica tu intención

Antes de decir cualquier palabra, pregúntate: ¿Qué deseo realmente para esta persona? Que encuentre paz, que se libere, que vea con claridad, que siempre sienta compañía divina… En el Yoga, esto se llama śuddha icchā, el deseo puro y no contaminado: lo que quieres no desde el ego, sino desde el corazón.

Clave: No orar desde el miedo (“que no le pase nada”), sino desde la expansión (“que recuerde su luz”).

2. Entra en presencia

Si tu mente está agitada, tu oración será ruido. Respira unos minutos y lleva la atención al corazón. Siente el silencio del espacio interior.
Permite que tu respiración se vuelva suave y limpia. En Yoga esto se llama ekāgratā, mente unidireccional.

3. Invoca la fuente

No necesitas palabras perfectas. Solo reconoce esa presencia dentro de ti: la luz, la consciencia, Brahman, el Ser, Dios. Puede ser tan simple como pensar: “Que mi corazón se conecte con la Verdad.”

4. Trae a la persona a tu mente

Sin apego, sin ansiedad. Simplemente ponla en tu espacio interior con amor. Visualízala tranquila, digna, sostenida. No imagines resultados específicos: en Yoga no imponemos deseo, acompañamos.

5. Mantralízala

Puedes usar primero palabras libres o una fórmula como sankalpa (intención): “Que estés en paz. Que tu mente se aclare. Que tu corazón se sienta lleno. Que recuerdes tu luz. Que te sientas guiado y protegido en cada paso.”

Y luego hacer refugiarte en un mantra como: Lokāḥ Samastāḥ Sukhino Bhavantu (Que todos los seres sean felices y libres). El mantra por la paz: oṃ namo nārāyaṇāya. Puedes hacer 108 repeticiones usando el Japa Mala. O el gran mantra para la inmortalidad del Ser: oṃ tryambakaṃ yajāmahe – sugandhiṃ puṣṭivardhanam – urvārukamiva bandhanān – mṛtyormukṣīya māmṛtāt.

Si necesitas compañía para hacer este último rezo, acá nos tienes: https://www.buzzsprout.com/1078862/episodes/14113354

6. Suelta

La oración se completa cuando la entregas. Deja que tu intención viaje hacia donde debe. No la controles. No la vigiles. En Yoga esto es īśvara praṇidhāna: lo entrego, confío, y suelto.

7. Cierra con gratitud

Da gracias por tener el privilegio de compartir tus méritos con alguien más. La gratitud alinea tu corazón con la verdad profunda del Yoga: “Lo Divino obra a través de mí, no gracias a mí.”

B a n c o   de   o r a c i ó n

7 Días de Intención Compartida: Cuando varias personas sostienen la misma intención, la mente se afina, el corazón se abre y la energía se orienta hacia el bienestar más elevado. Por eso creamos este Banco de Oración.

Aquí puedes enviar tu intención —para ti o para alguien más— a través de un formulario sencillo. Una vez recibida, nos uniremos contigo durante 7 días para sostener esa oración desde el silencio, la presencia y la devoción.

No oramos para alterar destinos, sino para acompañar procesos, ofrecer luz, claridad y fortaleza. Cada petición es tratada con respeto, anonimato y cuidado.

¿Cómo funciona?
  1. Envía tu petición: Comparte el formulario y la intención por la que deseas que oremos.

  2. Recibe la fecha de inicio: Te enviaremos un correo devuelta para hacerte saber cuándo comienzan los 7 días de acompañamiento.

  3. Únete desde donde estés: Cada día, tómate unos minutos para conectarte con tu intención siguiendo la guía práctica de arriba.

  4. Nosotros oramos contigo: Durante esos mismos 7 días, nos uniremos a tu oración desde la práctica, los mantras y la consciencia del Yoga.

  5. Entrega y confía: Al final de los 7 días, la oración seguirá haciendo su trabajo interior.

¿Por qué 7 días?

En Yoga, la repetición sostenida crea saṃskāras: impresiones profundas que abren nuevos caminos en la mente y el corazón. Por eso, muchas prácticas tradicionales se realizan en ciclos de siete días, conocidos como un saptah. Ese pequeño voto espiritual permite que la intención se asiente y se vuelva una fuerza real de claridad y compasión, tanto para quien pide la oración como para quien la ofrece.

 

HARI OM TAT SAT

Que los maestros nos bendigan con mérito

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