Acá 5 notitas personales, a la luz del Yoga, sobre los obstáculos de quien decide peregrinar (en India, Cafarnaúm o LA VIDA)
Tratar de recolectar todos los retos, conflictos y dificultades en 5 puntos fue una tarea inmensa… La vida es compleja, esto sobra decirlo, y contra cualquier idea utópica de los idilios de un peregrinaje, el flujo de la vida no se interrumpe bajo ningún tipo de contrato o condición. Uno a donde quiera que va, se va con el mismo complejo cuerpo-mente, los mismos dramas, y las mismas corrientes de pensamiento, por lo que los retos no se extinguen mientras se viaja.
Acá pues las ideas que nos llegan con más lucidez, con la ilusión que se conviertan en una linterna que ilumine algunos de tus propios sobresaltos del camino y tal vez, ojalá, te de frescas herramientas.
1- La mente pide lo que le das
Creemos que somos independientes, creativos y auténticos, y sí, pero la verdad es que gran parte de nuestra vida esta regida por la mente que es un sistema muy delicado previamente programado. Es un algoritmo que vamos entrenando de acuerdo a nuestra manera de accionar, de responder, y de pensar… La mente tiene su propio sistema digestivo que absorbe los nutrientes y desecha los excedentes.
Como se va programando con la repetitividad, la mente nos va pidiendo más de los “sabores” con que nos vamos habituando. Con aquello que la alimentamos, será con lo que podamos contar para percibir e interpretar nuestra realidad. En la vida o en cualquier otro peregrinaje, los pensamientos predominantes serán exactamente los mismos que nos han acompañado continuamente a lo largo del tiempo. Esto es duro, sobretodo porque nos pintamos castillos en el aire creyendo que en cierto destino o situación estaremos exentos de nuestros inquilinos recurrentes del espacio mental.
¿Qué es lo positivo de este cuento? ¡Todo! Somos arquitectos de nuestro presente. Si sabemos que los “malos” pensamientos, y estamos claros que por malos nos referimos a los pensamientos que no nos conducen a la libertad, harán campo para que aterricen más “malos” pensamientos, no vale la pena permitirlos… Y vale TODO la pena, cambiarlos, atenuarlos, y al menos reducirle su intensidad y su duración…
En todo camino queremos ir livianos y en el equipaje de la vida lo que más pesa es lo inmaterial.
2- Los billetes de la felicidad
En el segundo peregrinaje a India en grupo, tuvimos que hacer el sacrificio de renunciar a un destino. Fue una de esas decisiones incomodas que pesan al comienzo, pero se sabe que será para un bien común y mejor.
Quedo un huequito en la agenda. Glorioso huequito que nos permitió hacer un par de llamadas y lograr algo igual o más grandioso. Visitar un santo en vida. El último discípulo de Swami Sivananda vivo. Llegamos allí y nos sentamos a sus pies pidiendo una bendición. Y wow… En la más alegre, sencilla y tierna manera nos lanzó un bello discurso sobre la felicidad. Terminamos en llanto (En India se llora mucho porque todo conmueve).
De esa conversación luego compartiremos más, pero hubo algo precioso que nos marcó. Nos dijo que en este mundo relativo SÍ podemos encontrar la felicidad pero que si es esa nuestra meta, esperemos también su par: la tristeza. El día tiene la noche. La luz tiene la oscuridad. La belleza tiene la fealdad. La fuerza, la debilidad. El calor, el frío. Uno adquiere valor gracias al otro, cada uno se puede notar gracias a la dualidad.
Nos dijo: La felicidad es pasajera, la dicha es permanente. Como aspirantes espirituales, estamos invitados a buscar esa dicha, esa plenitud, esa libertad, que es absoluta, eterna, infinita y siempre presente, más allá de la relatividad. Ella es lo que somos, basta con darnos cuenta y permitirnos descansar en el SER ¡Que bello aliciente para cada día aquietarse y meditar!
3- La trampa de la brújula
Hacemos muchos esfuerzos externos por conocer lugares, tener experiencias y explorar tierras, pero esto NO representa el mismo valor del auto-conocimiento. De nada sirve llenar de sellos el pasaporte sino hay un proceso interno que este integrando toda la información que se recibe. Dice San Juan de la Cruz: El ser humano nunca estará satisfecho con algo menos que lo infinito. Y dice muestro maestro que si la felicidad estuviera en París, todos los parisinos serían felices. Nada afuera tiene la capacidad de saciar el vacío del alma. La respuesta siempre es: ADENTRO. Todo adentro.
Nos pasó que llegamos a India con un plan de conocerlo todo, de absorberlo todo, de probarlo todo, de verlo todo… Y ¡pum! Una gripa fuerte, ¡pum! Baterías internas limitadas, ¡pum! Distancias imposibles de alcanzar, ¡pum! Agendas sin correspondencia, ¡pum! Problemas familiares, ¡pum! ¡INDIA, LA VIDA!… India no es para forzar. India solita se te va a revelar, a su ritmo, a su manera. No existe forma que la hagas doblegarse. Ella tiene vida propia, y es quien decide visitarla el único encargado de adaptarse y cooperar. Corrijo: La vida no es para forzar. La vida solita se te va a revelar, a su ritmo, a su manera. No existe forma que la hagas doblegarse. La vida tiene vida propia, y es quien decide vivirla el único encargado de adaptarse y cooperar.
Caer de rodillas y soltar la resistencia. Aceptar. Apreciar. Silenciar. Llega el gozo. A menor resistencia, más fluidez. Repetirlo siempre, porque al parecer se olvida.
4- Emergencia al desviar
Existe un refrán popular que dice: Si te subes en el tren equivocado, bájate en la próxima estación. Entre más te demores en bajar, más costoso te saldrá el viaje de regreso. Aplica para todo: trenes, aviones, carros, trabajos, relaciones, desiciones y sobretodo pensamientos.
En cualquier tipo de viaje, sobretodo cuando apenas estamos descubriendo, estaremos expuestos a encrucijadas y deberemos tomar decisiones que implica renuncias externas y/o internas. De los recursos disponibles más fantásticos que tenemos los humanos es que podemos poner reversa. Re-calcular la ruta. Re-direccionar nuestros pasos.
Nos vamos a equivocar. Somos humanos. Pero no por esto tenemos que eternizar nuestro sufrimiento. Estamos en nuestro derecho de corregirnos y hacer todo lo que esté a nuestro alance para continuar hacia la anhelada libertad.
5- Tu compañía pesa más que el equipaje
En tu mano predominante esta el dedo indice que esta listo para señalar: Este es así, esta es asá, esta tal y pascual… Pero cuando este dedo esta señalando, hay otros 3 que apuntan a ti. Ese sagrado gesto siempre invita a mirarse antes de señalar. Las escrituras y los maestros son insistentes al pronunciar que en el camino lo más importante es el poder de la asociación o de la comunidad. La compañía es TODO.
Es complicado uno querer ciertos valores y cualidades en su entorno, cuando hay personas en nuestra cercanía que no las comparten. Es como nadar en contracorriente. Pero muchas veces la peor compañía es uno mismo. Comenzar por auto-ordenarse, auto-alienarse y auto-aligerarse es lo mejor que puede pasar.
En un viaje en grupo, la actitud de cada uno es contagiosa. Dependerá de la inmunidad del sistema psíquico y mental individual, si uno está más propenso a enfermar o si está aportando para sanar. Que dicha convertirse en esa persona que inspire decir: ¡Uff! Me fascinó haberte conocido 🙂
Gracias India. Nos has dado vida y palabras. Allí sentimos una extraña sensación de familiaridad que no puede sino ser explicada con Samskaras de vidas pasadas. Benditas impresiones que son tan profundas que se convierten en el motor de tu vida, sin saberlo. Swami Sivananda ha sido la inspiración para todo lo que hemos practicado y enseñando en la vida. Y estar allí donde todo comenzó, es algo indescriptible…. O al menos, se hace un ejercicio intenso al tratar de vocalizar los sentires….
HARI OM TAT SAT
Que los maestros nos bendigan con mérito
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